Siempre la nostalgia nos trae un sabor agri-dulce.
He abierto la página del puzzle en la revista del Domingo de El Mercurio y
mi centro emocional perdió estabilidad.
En el personaje a identificar, los datos biográficos y una fotografía.
Habría bastado para mí Colmillo Blanco. Como no recordar de mi adolescencia los cuentos de trineos tirados por perros y guiados por el poderoso y siempre fiel Colmillo. Se juega su vida más de una vez por su amo.
Jack London, es el personaje y me acompañó por un trecho de mi vida. Un trecho, no diré el más feliz para no ser desagradecido con muchos trechos, pero recordado como tal.
Los Brasileños tienen una palabra muy evocadora, Saudade.
Comprendo que ahora no tendría ninguna posibilidad de competir con Harry Potter, pero las cosas son como son y no como uno quisiera.
¿Será el año que se vá?
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