He recibido una invitación del teatro Municipal para asistir a la representación de la ópera IL POSTINO. También un video con un fragmento. Cosa que agradezco.
Casualmente recibo invitación de la Municipalidad de Vitacura para una charla sobre esta ópera dictada por el conocido especialista Mario Córdova. Asisto.
Como sabemos, esta ópera y la película con el mismo nombre están basadas en el difundido libro de nuestro escritor Antonio Skármeta, ARDIENTE PACIENCIA.
Es un episodio de la vida de Pablo Neruda en el exilio en Italia junto a Matilde Urrutia, exactamente en la isla de Capri.
Esta ópera ha causado mucho revuelo por tratarse de nuestro Nobel Pablo Neruda y cantada por el estupendo Plácido Domingo.
La ópera de Los Ángeles, California, que dirige el mismo Domingo, le encarga una ópera al compositor mexicano Daniel Catán. El presenta este trabajo que es aceptado. Se encarga de la composición musical y del guion, también de la dirección.
Neruda (Plácido Domingo) vive en esta isla escribiendo y – según Catán – enamorando diariamente a Matilde ( Gallardo-Domas) que se dedican frases amorosas mutuamente.
Como diariamente recibe correspondencia, inicia una amistad con el sencillo cartero -Mario - que lo considera un personaje y que espera que lo enseñe a ser poeta para conquistar a las jóvenes del pueblo, en especial a la posadera.
Naturalmente este es el primer acto. Pasan varias cosas, pero pretendo resaltar algunas.
En el casamiento del cartero con la posadera- fin segundo acto- entra a la fiesta un acordeón, interpreta un tango que es bailado por nuestro Nobel con Matilde, con el clásico final americano de Matilde cayéndose de espaldas y soportada por los brazos de Neruda. (Afortunadamente, no dijo olé)
En el arte todas las licencias son bienvenidas, es mas, son necesarias, pero hay de buen y mal gusto.
Hay una escena muy pintoresca: el cartero y la posadera juegan taca-taca, que le da un giro moderno a la presentación. Pero no ayuda.
Más de una vez se escogen las noches o los días de Cuba como esplendorosos. Sin razón aparente, solo como comparación de lo estupendo.
La izquierda internacional siempre aprovecha a sus periodistas y escritores para concientizar, aún a costa del arte.
De más está decir que el cartero trae cartas con noticias de Chile donde se cuentan los irrespetos a los derechos humanos que todos conocemos y que todos repudiamos.
El señor Daniel Catán no es brillante y lógicamente no hace brillar el escenario.
Ni la solvencia musical de Domingo salva el espectáculo.
No pretendo hacer una crítica musical, pues no califico. Solo una impresión personal.
Hasta la próxima.
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